Concepto y realidad de la masterización.
No podíamos seguir adelante con este blog dejando de lado la definición de nuestra base, a lo que nos dedicamos! Y aunque seguramente la mayoría de vosotros ya sabéis en que consiste el mastering, siempre viene bien recordar para qué sirve y cuál es el mejor modo de hacerlo como es debido.
El
mastering o masterización es el
último proceso de la
producción musical. En esta etapa, adaptamos la obra a las tendencias sonoras del mercado (si es preciso), detectamos y
corregimos posibles
fallos técnicos que pudieron haber ocurrido en etapas anteriores,
adaptamos la obra al formato de
reproducción al que va destinado y
terminamos de darle forma, volumen, detalle y homogeneidad. Además del aspecto artístico, intentaremos por norma general ofrecer un sonido en conjunto cuando trabajamos con un álbum concreto, de manera que notemos la mínima diferencia sonora entre canciones, ya sea por frecuencias o por volumen.
¿Por qué es imprescindible?
La masterización es un proceso
estrictamente necesario, ya que sin la adaptación al mercado de la obra, ésta carecería de las cualidades técnicas necesarias
para ser reproducida con garantías en cualquier reproductor o medio radiofónico.
¿Qué podemos corregir en la etapa de mastering?
Al trabajar con archivos estéreo, no tenemos la posibilidad de ajustar determinados parámetros individuales, como por ejemplo el volumen de algún plano en concreto de la mezcla. Todo lo que hagamos va a verse reflejado en el conjunto global, no obstante hay grandes áreas que pueden llegar a ser corregidas en muchos casos, como es el
balance estéreo o el
balance de frecuencias. También se puede conseguir una
mayor profundidad y espacialidad en los planos, así como
mejorar la definición de cada elemento de la mezcla, ofrecer un sonido “
más compacto” cuando es necesario o eliminar ruidos puntuales.
¿Por qué es más fácil estropear la obra que mantenerla?
Un mal ajuste de release de un compresor o medio db de una frecuencia puede ser suficiente para provocar un
carácter no deseado a una mezcla, simplemente, puede ser lo que
menos le conviene al sonido que estamos tratando.
Es bastante
habitual escuchar proyectos que fueron “masterizados” por el ingeniero de mezclas, en el propio
estudio de grabación o en una sala
poco acondicionada para masterizar y aunque puede haber proyectos muy bien finalizados en estos casos, es bastante frecuente escuchar los efectos de una
dinámica mal ejecutada o un
mastering digital.
¿Por qué realizamos este servicio de manera exclusiva?
En etapas anteriores al mastering, el proceso de producción se centra en su dote más creativa. También puede haber sido realizado por distintos ingenieros e incluso distintos estudios, por ello, se hace fundamental una
escucha objetiva, realizada por una tercera persona en una sala de escucha óptima. De esta manera evitaremos tener una escucha “viciada” y subjetiva por haber trabajado en las etapas anteriores. Por otra parte, siendo la última etapa de la producción y a su vez una de las más críticas, se hace fundamental contar con
profesionales especializados, ya que para un resultado óptimo es fundamental trabajar con una sala y un equipamiento especializado y un profesional
acostumbrado a este tipo de proceso.
¿Puede repercutir la masterización en el éxito de una canción?
No podemos saberlo a ciencia cierta, hay casos reales de todo tipo, pero mi opinión es que siempre va a tener un mayor aliciente y posición un producto
bien terminado, tal y como ocurre en todas las industrias… Igualmente, si se tratara de mi música, nunca podría terminar una obra que quedará
grabada para toda la vida si no es de la mejor manera.
La realidad es que nunca lo sabremos, pero si optas por un mal servicio…
ya estas perdiendo dinero!